Teoría Divertida 2. Cómo se ven los chafiretes a sí mismos

En su mente se ven como increíbles potencias sexuales, con una simpatía y personalidad arrolladora, y con exquisitos gustos que los demás envidian (incluso sus propios colegas).

Pueden comer cualquier chile... perdón, cualquier picante (sin albur), y son insensibles al dolor. Poseen la verdad absoluta, y por ello, la defienden con la fuerza bruta de sus poderosos músculos. Incluso si el semáforo estaba en rojo.

En cualquier grupo de hombres, ellos son los machos alfa (repito, incluso entre otros chafiretes), y pueden superar en cualquier proeza a los demás del mismo género. Para éstos individuos, los homosexuales son una aberración de la naturaleza que deberían desaparecer de la faz de la tierra, y cuando tienen oportunidad, les agreden según para que "aprendan" (aunque uno no se explica porque siempre llevan a un "compañero" sentado en el tablero del autobús o en el asiento más cercano a ellos).

Una discusión siempre la ganarán si gritan, manotéan y lanzan sus leperadas más altisonantes (al menos eso suponen). Usar palabrotas es un manantial de genialidad y gran humor, por eso recurren en todo momento a las mejores frases de Polo Polo, y se las enseñan a sus hijos para que en un futuro sean tan "carbones" como ellos.

Son temerarios y rebeldes, porque las leyes de la vialidad se la pasan por el arco del triunfo, y no tienen miedo en realizar entradas forzosas a los demás carriles y calles. Tampoco tienen miedo de llevarse a un cristiano por el frente (ya sea de la vía pública o un pasajero), ya que su conciencia no puede impedirles ser intrépidos al volante.

Pero nosotros no los comprendemos, porque en realidad son unas verdaderas figuras de acción a las que deberíamos de admirar.